LA SONRISA ES CONTAGIOSA; SE TE PEGA COMO LA GRIPE.
HOY ALGUIEN ME SONRIÓ Y YO COMENCÉ A SONREÍR TAMBIÉN.
CRUCÉ LA ESQUINA Y ALGUIEN ME VIO SONRIENDO.
CUANDO ÉL ME SONRIÓ ME DI CUENTA QUE SE LA HABÍA COMUNICADO YO A ÉL.
PENSÉ SOBRE ESA SONRISA Y DESCUBRÍ SU GRAN VALOR.
UNA SOLA SONRISA COMO LA QUE TUVE PODRÍA VIAJAR ALREDEDOR DEL MUNDO.
ASÍ QUE SI SIENTES A UNA SONRISA DESLIZARSE POR TU CARA,
NO LA DEJES SIN HACERLA DETECTAR DE ALGUIEN MÁS.
RÁPIDAMENTE INICIEMOS ESTA EPIDEMIA E INFECTEMOS AL MUNDO.
COMUNIQUEMOS ESTA SONRISA, SONRIAMOS A UN AMIGO.
¡¡¡¡TODOS NECESITAMOS UNA SONRISA !!!!
martes, 29 de marzo de 2011
LA PAZ PERFECTA.
Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron...
El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... la paz perfecta.
Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda. ¿Sabes porqué?
“Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
Muchos artistas lo intentaron...
El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico. Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... la paz perfecta.
Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda. ¿Sabes porqué?
“Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
LA MUJER Y EL LLANTO.
“¿Por qué lloras, mamá?", le preguntó un niñito a su madre.
"Porque soy mujer", le contestó la mujer.
"Pero yo no entiendo...", dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y, abrazándolo, le dijo: "Y nunca lo entenderás..."
Más tarde, el niñito le preguntó a su padre,
"¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?"
"Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón", fue todo lo que el padre le pudo contestar...
El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué era que las mujeres lloraban.
Un día el niño, ya convertido en hombre, se arrodilló y le preguntó a Dios: "Dios, ¿por qué lloran tan fácilmente las mujeres?", y Dios le dijo:
"Cuando hice a la mujer tenía que ser algo especial.
Hice sus hombros lo suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente suave para confortar.
Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia, a pesar de las enfermedades y la fatiga, y sin quejarse aún cuando otros se rinden.
Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aún cuando su niño la haya lastimado mucho.
Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño, desaparezca; y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia.
Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar a su esposo de sus faltas y la extraje de una de sus costillas, para que ella pudiera cuidar de su corazón.
Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.
Le di las lágrimas, y son de ella exclusivamente para usarlas cuando las necesite.
ES SU ÚNICA DEBILIDAD... es una lágrima por la humanidad".
"Porque soy mujer", le contestó la mujer.
"Pero yo no entiendo...", dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y, abrazándolo, le dijo: "Y nunca lo entenderás..."
Más tarde, el niñito le preguntó a su padre,
"¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?"
"Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón", fue todo lo que el padre le pudo contestar...
El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué era que las mujeres lloraban.
Un día el niño, ya convertido en hombre, se arrodilló y le preguntó a Dios: "Dios, ¿por qué lloran tan fácilmente las mujeres?", y Dios le dijo:
"Cuando hice a la mujer tenía que ser algo especial.
Hice sus hombros lo suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente suave para confortar.
Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia, a pesar de las enfermedades y la fatiga, y sin quejarse aún cuando otros se rinden.
Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aún cuando su niño la haya lastimado mucho.
Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño, desaparezca; y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia.
Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar a su esposo de sus faltas y la extraje de una de sus costillas, para que ella pudiera cuidar de su corazón.
Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.
Le di las lágrimas, y son de ella exclusivamente para usarlas cuando las necesite.
ES SU ÚNICA DEBILIDAD... es una lágrima por la humanidad".
CONVERSACIONES CON DIOS.
Deben dejar de ver a Dios como separado de Uds.
y a Uds. como separados de los demás,
no existe nada en el universo que este separado,
todo está intrínsicamente en contacto,
todo es interdependiente de manera irrevocable e interactiva,
entrelazando en la estructura de todo lo que existe.
Se requiere de una conciencia global.
Busca la divinidad en todo y todos.
Vive la ley del Amor ahora y siempre,
conviértete cada momento de tu vida en una efusión de amor.
Utiliza cada momento para invocar el pensamiento más elevado.
Pronuncia la palabra más noble.
Sé la paz.
Camina en los zapatos de cada hombre.
Perdona cada ofensa.
Respeta la verdad de cada persona.
Adora al Dios de cada uno.
Siente y expresa en cada momento tu Divina conexión con el Todo
y con cada persona lugar y cosa.
Provee las necesidades de los que te rodean
Saca a la luz los mayores dones de tus semejantes.
Sé una viva representación ejemplar de la Verdad más elevada
que reside en tu interior.
Sé un don para cada persona que entre en tu vida,
cada persona que llegue a tu vida, llega para recibir de ti un don.
Y al hacerlo, a su vez te da un don,
el don de que experimentes y cumplas
con la realización plena de Quien Eres.
y a Uds. como separados de los demás,
no existe nada en el universo que este separado,
todo está intrínsicamente en contacto,
todo es interdependiente de manera irrevocable e interactiva,
entrelazando en la estructura de todo lo que existe.
Se requiere de una conciencia global.
Busca la divinidad en todo y todos.
Vive la ley del Amor ahora y siempre,
conviértete cada momento de tu vida en una efusión de amor.
Utiliza cada momento para invocar el pensamiento más elevado.
Pronuncia la palabra más noble.
Sé la paz.
Camina en los zapatos de cada hombre.
Perdona cada ofensa.
Respeta la verdad de cada persona.
Adora al Dios de cada uno.
Siente y expresa en cada momento tu Divina conexión con el Todo
y con cada persona lugar y cosa.
Provee las necesidades de los que te rodean
Saca a la luz los mayores dones de tus semejantes.
Sé una viva representación ejemplar de la Verdad más elevada
que reside en tu interior.
Sé un don para cada persona que entre en tu vida,
cada persona que llegue a tu vida, llega para recibir de ti un don.
Y al hacerlo, a su vez te da un don,
el don de que experimentes y cumplas
con la realización plena de Quien Eres.
CIELO E INFIERNO.
Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle.
Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente.
(A veces los muertos toman tiempo para darse cuenta de su nueva condición).
La caminata era muy larga, montaña arriba, el sol era fuerte y ellos estaban transpirados y con mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua.
En una curva del camino vieron una puerta magnifica, toda de mármol, que conducía a una plaza con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde salía agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que vigilaba la entrada:
- "Buen día", - le dijo.
- "Buen día", - respondió el hombre.
- "¿Qué lugar es éste, tan lindo?" – preguntó.
- "Esto de aquí es el Cielo" - fue la respuesta.
- "¡Qué bueno que nosotros llegamos al cielo, estamos con mucha sed!" - dijo el hombre.
- "Usted puede entrar y beber agua a voluntad" - dijo el guardia, indicándole la fuente.
- "Mi caballo y mi cachorro también tienen sed."
- "Lo lamento mucho" - dijo el guardia -"Aquí no se permite la entrada de animales."
El hombre quedó muy desilusionado porque su sed era grande, pero él no bebería dejando a sus amigos con sed, así que prosiguió su camino.
Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio, llegaron a un sitio cuya entrada era marcada por una puerta vieja semiabierta.
La puerta se abrió para un camino de tierra con árboles de los dos lados que le hacían sombra.
A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba acostado con la cabeza cubierta con un sombrero, parecía que estaba dormido.
- "Buen día" - dice el caminante.
- "Buen día" - responde el hombre.
- "Estamos con mucha sed, mi caballo, mi cachorro y yo."
- "Hay una fuente en aquellas piedras" - dice el hombre indicando el lugar.
- "Pueden beber a voluntad."
El hombre, el caballo y el cachorro fueron hasta la fuente y apagaron su sed.
- "Muchas gracias" – dijo el hombre al salir.
- "Vuelvan cuando quieran" - respondió el otro hombre.
- "A propósito" - dijo el caminante -"¿Cuál es el nombre de este lugar?"
- "Cielo" - respondió el hombre a secas.
- "¿Cielo?... Pero si el hombre que estaba a la entrada de la puerta de mármol me dijo que allá era el cielo..."
- "Aquello no es el Cielo, aquello es el infierno..."
El caminante quedó perplejo.
- "Pero entonces, esa información falsa debe causar grandes confusiones!" - comentó el caminante.
- "De ninguna manera, la verdad es que ellos nos hacen un gran favor" - respondió el hombre -
"Porque allá quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos..."
Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta de que los tres habían muerto en un accidente.
(A veces los muertos toman tiempo para darse cuenta de su nueva condición).
La caminata era muy larga, montaña arriba, el sol era fuerte y ellos estaban transpirados y con mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua.
En una curva del camino vieron una puerta magnifica, toda de mármol, que conducía a una plaza con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde salía agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que vigilaba la entrada:
- "Buen día", - le dijo.
- "Buen día", - respondió el hombre.
- "¿Qué lugar es éste, tan lindo?" – preguntó.
- "Esto de aquí es el Cielo" - fue la respuesta.
- "¡Qué bueno que nosotros llegamos al cielo, estamos con mucha sed!" - dijo el hombre.
- "Usted puede entrar y beber agua a voluntad" - dijo el guardia, indicándole la fuente.
- "Mi caballo y mi cachorro también tienen sed."
- "Lo lamento mucho" - dijo el guardia -"Aquí no se permite la entrada de animales."
El hombre quedó muy desilusionado porque su sed era grande, pero él no bebería dejando a sus amigos con sed, así que prosiguió su camino.
Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio, llegaron a un sitio cuya entrada era marcada por una puerta vieja semiabierta.
La puerta se abrió para un camino de tierra con árboles de los dos lados que le hacían sombra.
A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba acostado con la cabeza cubierta con un sombrero, parecía que estaba dormido.
- "Buen día" - dice el caminante.
- "Buen día" - responde el hombre.
- "Estamos con mucha sed, mi caballo, mi cachorro y yo."
- "Hay una fuente en aquellas piedras" - dice el hombre indicando el lugar.
- "Pueden beber a voluntad."
El hombre, el caballo y el cachorro fueron hasta la fuente y apagaron su sed.
- "Muchas gracias" – dijo el hombre al salir.
- "Vuelvan cuando quieran" - respondió el otro hombre.
- "A propósito" - dijo el caminante -"¿Cuál es el nombre de este lugar?"
- "Cielo" - respondió el hombre a secas.
- "¿Cielo?... Pero si el hombre que estaba a la entrada de la puerta de mármol me dijo que allá era el cielo..."
- "Aquello no es el Cielo, aquello es el infierno..."
El caminante quedó perplejo.
- "Pero entonces, esa información falsa debe causar grandes confusiones!" - comentó el caminante.
- "De ninguna manera, la verdad es que ellos nos hacen un gran favor" - respondió el hombre -
"Porque allá quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos..."
NO FUIMOS AL CIRCO.
Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo fila para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la fila, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano.
Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo.
Prometía ser un hecho sobresaliente en su vida. El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura". Él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón". La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería. El respondió con orgullo:
"Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos".
La empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y le preguntó: ¿Cuánto dijo?". La empelada volvió a repetirle el precio.
¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?. Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo.
(Nosotros no éramos ricos en lo absoluto).
Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo". El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó:
¡Gracias, gracias señor...!
"Esto significa realmente mucho para mi familia y para mí".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa.
Esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada ...
Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo.
Prometía ser un hecho sobresaliente en su vida. El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura". Él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón". La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería. El respondió con orgullo:
"Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos".
La empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y le preguntó: ¿Cuánto dijo?". La empelada volvió a repetirle el precio.
¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?. Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo.
(Nosotros no éramos ricos en lo absoluto).
Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo". El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó:
¡Gracias, gracias señor...!
"Esto significa realmente mucho para mi familia y para mí".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa.
Esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada ...
LA CASA DE LOS MIL ESPEJOS.
Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.
Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera.
Al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se metió en el cuarto.
Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
¡El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él!
Cuando salió del cuarto, se quedó pensando para sí mismo: "¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!"
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto.
Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio cómo los 1000 perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también.
Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar allí!"
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1000 espejos".
"TODOS LOS ROSTROS DEL MUNDO SON ESPEJOS"
Decide cuál rostro llevarás por dentro, y ese será el que mostrarás.
El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
Las cosas mas bellas del mundo no se ven ni se tocan, solo se sienten con el corazón.
No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.
Cierto día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera.
Al terminar de subir las escaleras se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se metió en el cuarto.
Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.
Los 1000 perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.
¡El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él!
Cuando salió del cuarto, se quedó pensando para sí mismo: "¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!"
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto.
Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio cómo los 1000 perritos le gruñían a él.
Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también.
Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar allí!"
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los 1000 espejos".
"TODOS LOS ROSTROS DEL MUNDO SON ESPEJOS"
Decide cuál rostro llevarás por dentro, y ese será el que mostrarás.
El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.
Las cosas mas bellas del mundo no se ven ni se tocan, solo se sienten con el corazón.
No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.
UN MES DESPUÉS.
Queridos amigos de todo el mundo :
Los acontecimientos de este día han hecho que todas las personas detengan sus quehaceres diarios, cualesquiera que éstos sean, y se pregunten acerca de las cuestiones fundamentales de la vida.
No solo nos preguntamos cual es el sentido de la existencia, sino el propósito de nuestra experiencia individual y colectiva tal como la hemos creado, buscando con afán los caminos en los que re-crearnos a nosotros mismos nuevamente como especie humana, de modo que nunca más nos tratemos a nosotros mismos de esta forma.
Ha llegado la hora de demostrar - a su más alto nivel - el pensamiento extraordinario de Quienes Somos Realmente.
Existen dos respuestas posibles a lo que ha ocurrido hoy. La primera proviene del amor, la segunda, del miedo.
Si nos aferramos al miedo podemos entrar en pánico y hacer cosas - como individuos y como naciones - que solo pueden ser causa de un mal mayor.
Si nos aferramos al amor, encontraremos refugio y fuerza, e incluso podremos ofrecerlos a otros. Este es el momento de tu ministerio. Este es el momento de tu enseñanza. Lo que enseñes en este tiempo, por medio de tu palabra y obra, permanecerá como lección indeleble en los corazones y mentes de aquellos cuyas vidas tocas, ahora y en los próximos años.
Hoy establecemos el devenir del mañana. En esta hora. En este momento. No busquemos señalar las culpas, sino las causas.
A menos que utilicemos este tiempo para buscar las causas de nuestras experiencias, nunca nos libraremos de las experiencias que éstas nos traen. En su lugar, viviremos para siempre en el miedo por las respuestas de aquellos miembros de la familia humana que se sienten afligidos, abandonados, y que también buscan su desquite.
Para nosotros las razones son claras. No hemos aprendido las lecciones humanas más básicas. No hemos recordado las verdades humanas más elementales. No hemos comprendido la sabiduría espiritual más sencilla. En pocas palabras, no hemos escuchado a Dios, y debido a ello, nos contemplamos a nosotros mismos haciendo cosas impías.
El mensaje que escuchamos de nuestra fuente de Verdad es clara: Todos somos uno. Este es el mensaje que la raza humana ha olvidado durante mucho tiempo. El olvido de esta verdad es la sola causa de el odio y la guerra, y la forma de recordarlo es muy sencilla :
Ama, ahora y en todo momento.
Si pudiésemos amar incluso a aquellos que nos atacan, y entender porque han hecho eso ¿Cuál sería entonces nuestra respuesta?
Si enfrentamos negatividad con negatividad, ira con ira, ataque con ataque ¿Qué obtenemos?
Éstas son las preguntas a las que se enfrenta la raza humana hoy. Son cuestiones que hemos fracasado en responder durante miles de años. Si no lo hacemos ahora, eliminaremos también la necesidad de darles respuesta.
Si queremos que la belleza del mundo que hemos co-creado sea experimentada por nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, tenemos que convertirnos en activistas espirituales en este mismo momento, en este mismo lugar, y hacer que ocurra. Debemos elegir estar en el centro mismo de las causas.
Por tanto, habla con Dios hoy. Pídele ayuda, consejo, visión interna, fuerza, paz interior, y una profunda sabiduría. Pide a Dios hoy que nos muestre como actuar en el mundo para que éste cambie. Y únete a todas las personas de todo el mundo que ahora están orando y añade tu Luz a la Luz que disipa todo miedo.
Este es el reto que se pone delante de cada persona hoy. Hoy el alma humana se pregunta : ¿Qué puedo hacer para preservar la belleza y la maravilla de nuestro mundo y para contribuir a eliminar la ira y el odio - y las desigualdades que éstos inevitablemente causan - en la parte del mundo que yo toco?
Por favor, contesta esta pregunta hoy mismo, con toda la magnificencia que Tu eres. ¿Qué puedes hacer HOY... en este mismo momento?
Una enseñanza fundamental en la mayoría de las tradiciones espirituales es:
Lo que tú deseas experimentar, ofrécelo a otros.
Mira ahora que es lo que te gustaría experimentar en tu propia vida, y en el mundo. Mira entonces si hay alguien para el que tú puedes ser la fuente de ese deseo.
Si quieres experimentar la paz, ofrece paz a otro.
Si deseas saber que estas seguro, haz que otro sepa que está seguro.
Si deseas entender las cosas aparentemente incomprensibles, ayuda a otro a comprender mejor.
Si deseas sanar tu propia tristeza o ira, busca sanar la tristeza o ira de otro.
Esos otros te están esperando ahora. Ellos buscan tu guía, tu ayuda, tu valor, tu fuerza, tu entendimiento, y tu seguridad en esta hora. Pero sobre todo, ellos te buscan por tu amor.
Mi religión es muy sencilla. Mi religión es la bondad.
Los acontecimientos de este día han hecho que todas las personas detengan sus quehaceres diarios, cualesquiera que éstos sean, y se pregunten acerca de las cuestiones fundamentales de la vida.
No solo nos preguntamos cual es el sentido de la existencia, sino el propósito de nuestra experiencia individual y colectiva tal como la hemos creado, buscando con afán los caminos en los que re-crearnos a nosotros mismos nuevamente como especie humana, de modo que nunca más nos tratemos a nosotros mismos de esta forma.
Ha llegado la hora de demostrar - a su más alto nivel - el pensamiento extraordinario de Quienes Somos Realmente.
Existen dos respuestas posibles a lo que ha ocurrido hoy. La primera proviene del amor, la segunda, del miedo.
Si nos aferramos al miedo podemos entrar en pánico y hacer cosas - como individuos y como naciones - que solo pueden ser causa de un mal mayor.
Si nos aferramos al amor, encontraremos refugio y fuerza, e incluso podremos ofrecerlos a otros. Este es el momento de tu ministerio. Este es el momento de tu enseñanza. Lo que enseñes en este tiempo, por medio de tu palabra y obra, permanecerá como lección indeleble en los corazones y mentes de aquellos cuyas vidas tocas, ahora y en los próximos años.
Hoy establecemos el devenir del mañana. En esta hora. En este momento. No busquemos señalar las culpas, sino las causas.
A menos que utilicemos este tiempo para buscar las causas de nuestras experiencias, nunca nos libraremos de las experiencias que éstas nos traen. En su lugar, viviremos para siempre en el miedo por las respuestas de aquellos miembros de la familia humana que se sienten afligidos, abandonados, y que también buscan su desquite.
Para nosotros las razones son claras. No hemos aprendido las lecciones humanas más básicas. No hemos recordado las verdades humanas más elementales. No hemos comprendido la sabiduría espiritual más sencilla. En pocas palabras, no hemos escuchado a Dios, y debido a ello, nos contemplamos a nosotros mismos haciendo cosas impías.
El mensaje que escuchamos de nuestra fuente de Verdad es clara: Todos somos uno. Este es el mensaje que la raza humana ha olvidado durante mucho tiempo. El olvido de esta verdad es la sola causa de el odio y la guerra, y la forma de recordarlo es muy sencilla :
Ama, ahora y en todo momento.
Si pudiésemos amar incluso a aquellos que nos atacan, y entender porque han hecho eso ¿Cuál sería entonces nuestra respuesta?
Si enfrentamos negatividad con negatividad, ira con ira, ataque con ataque ¿Qué obtenemos?
Éstas son las preguntas a las que se enfrenta la raza humana hoy. Son cuestiones que hemos fracasado en responder durante miles de años. Si no lo hacemos ahora, eliminaremos también la necesidad de darles respuesta.
Si queremos que la belleza del mundo que hemos co-creado sea experimentada por nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, tenemos que convertirnos en activistas espirituales en este mismo momento, en este mismo lugar, y hacer que ocurra. Debemos elegir estar en el centro mismo de las causas.
Por tanto, habla con Dios hoy. Pídele ayuda, consejo, visión interna, fuerza, paz interior, y una profunda sabiduría. Pide a Dios hoy que nos muestre como actuar en el mundo para que éste cambie. Y únete a todas las personas de todo el mundo que ahora están orando y añade tu Luz a la Luz que disipa todo miedo.
Este es el reto que se pone delante de cada persona hoy. Hoy el alma humana se pregunta : ¿Qué puedo hacer para preservar la belleza y la maravilla de nuestro mundo y para contribuir a eliminar la ira y el odio - y las desigualdades que éstos inevitablemente causan - en la parte del mundo que yo toco?
Por favor, contesta esta pregunta hoy mismo, con toda la magnificencia que Tu eres. ¿Qué puedes hacer HOY... en este mismo momento?
Una enseñanza fundamental en la mayoría de las tradiciones espirituales es:
Lo que tú deseas experimentar, ofrécelo a otros.
Mira ahora que es lo que te gustaría experimentar en tu propia vida, y en el mundo. Mira entonces si hay alguien para el que tú puedes ser la fuente de ese deseo.
Si quieres experimentar la paz, ofrece paz a otro.
Si deseas saber que estas seguro, haz que otro sepa que está seguro.
Si deseas entender las cosas aparentemente incomprensibles, ayuda a otro a comprender mejor.
Si deseas sanar tu propia tristeza o ira, busca sanar la tristeza o ira de otro.
Esos otros te están esperando ahora. Ellos buscan tu guía, tu ayuda, tu valor, tu fuerza, tu entendimiento, y tu seguridad en esta hora. Pero sobre todo, ellos te buscan por tu amor.
Mi religión es muy sencilla. Mi religión es la bondad.
EL TENEDOR.
Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida.
Así que empezó a poner sus cosas "en orden".
Contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo cuáles canciones quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada.
La mujer también solicitó ser enterrada con su libro favorito.
Todo estaba en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algo muy importante para ella.
- "Hay algo más", dijo ella exaltada.
- "¿Qué es?" respondió el sacerdote.
- "Esto es muy importante", continuó la mujer. "Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha."
El sacerdote se quedó confundido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir.
- "Eso lo sorprende, ¿o no?" preguntó la mujer.
- "Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud", dijo el sacerdote.
La mujer explicó:
- "En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, 'Quédate con tu tenedor'. Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir... como pastel de chocolate o pay de manzana. ¡Algo maravilloso y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten '¿Porque tiene ese tenedor?'. Después quiero que usted les diga: 'Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir'."
Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose.
Él sabía que ésta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un mejor concepto del Cielo que él mismo.
Ella sabía que algo mejor estaba por venir.
En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su libro favorito y el tenedor puesto en su mano derecha.
Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: "¿Qué cosa con el tenedor?" y una y otra vez él sonrió.
Durante su mensaje el sacerdote le platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de que muriera.
También les habló acerca del tenedor y qué era lo que simbolizaba para ella.
El sacerdote les confesó a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el tenedor. También que de seguro ellos tampoco podrían dejar de pensar en el tenedor. El sacerdote estaba en lo correcto. Todos pensaban en el tenedor.
Así que la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir..
Así que empezó a poner sus cosas "en orden".
Contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo cuáles canciones quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada.
La mujer también solicitó ser enterrada con su libro favorito.
Todo estaba en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algo muy importante para ella.
- "Hay algo más", dijo ella exaltada.
- "¿Qué es?" respondió el sacerdote.
- "Esto es muy importante", continuó la mujer. "Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha."
El sacerdote se quedó confundido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir.
- "Eso lo sorprende, ¿o no?" preguntó la mujer.
- "Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud", dijo el sacerdote.
La mujer explicó:
- "En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, 'Quédate con tu tenedor'. Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir... como pastel de chocolate o pay de manzana. ¡Algo maravilloso y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten '¿Porque tiene ese tenedor?'. Después quiero que usted les diga: 'Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir'."
Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose.
Él sabía que ésta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un mejor concepto del Cielo que él mismo.
Ella sabía que algo mejor estaba por venir.
En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su libro favorito y el tenedor puesto en su mano derecha.
Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: "¿Qué cosa con el tenedor?" y una y otra vez él sonrió.
Durante su mensaje el sacerdote le platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de que muriera.
También les habló acerca del tenedor y qué era lo que simbolizaba para ella.
El sacerdote les confesó a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el tenedor. También que de seguro ellos tampoco podrían dejar de pensar en el tenedor. El sacerdote estaba en lo correcto. Todos pensaban en el tenedor.
Así que la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir..
EL BUSCADOR.
Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la cuidad de Kammir.
Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir.
Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar...
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción:
“Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”.
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:
“Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.
El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años... Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó; lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No, ningún familiar; dijo el buscador.
- ¿Qué pasa con este pueblo?
¿Qué cosa tan terrible hay en ésta ciudad?
¡¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre ésta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!
El anciano se sonrió y dijo:
- Puede Ud. serenarse; no hay tal maldición... Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré:
Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello.
Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
a la izquierda, qué fue lo disfrutado...
a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia, y se enamoró de ella.
¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?.
¿Una semana?, ¿Dos?, ¿Tres semanas y media?...
Y después...
la emoción del primer beso,
el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró?,
¿el minuto y medio de beso?, ¿dos días?, ¿una semana?...
¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...?
¿y el casamiento de los amigos...?
¿y el viaje más deseado...?
¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones...?
¿Horas?, ¿Días? ...
Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento...
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba...
¡PORQUE ÉSE ES, PARA NOSOTROS, EL ÚNICO Y VERDADERO TIEMPO VIVIDO!
Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir.
Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar...
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción:
“Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”.
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:
“Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.
El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años... Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó; lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No, ningún familiar; dijo el buscador.
- ¿Qué pasa con este pueblo?
¿Qué cosa tan terrible hay en ésta ciudad?
¡¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre ésta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!
El anciano se sonrió y dijo:
- Puede Ud. serenarse; no hay tal maldición... Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré:
Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello.
Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
a la izquierda, qué fue lo disfrutado...
a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia, y se enamoró de ella.
¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?.
¿Una semana?, ¿Dos?, ¿Tres semanas y media?...
Y después...
la emoción del primer beso,
el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró?,
¿el minuto y medio de beso?, ¿dos días?, ¿una semana?...
¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...?
¿y el casamiento de los amigos...?
¿y el viaje más deseado...?
¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones...?
¿Horas?, ¿Días? ...
Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento...
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba...
¡PORQUE ÉSE ES, PARA NOSOTROS, EL ÚNICO Y VERDADERO TIEMPO VIVIDO!
LA TACITA.
Se cuenta que alguna vez en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una adonde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. "Me permite ver esa taza?", preguntó la señora... "¡Nunca he visto nada tan fino como eso!".
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar.
La tacita le comentó: "Usted no entiende! ¡Yo no siempre he sido esta taza que usted esta sosteniendo! Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente; llegó un momento en que me desesperé y le grité: "Por favor, ya déjame en Paz!" Pero sólo me sonrió y me dijo: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Después me puso en un horno. ¡Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté porqué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del horno.
-A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decían: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. "Así está mucho mejor!" me dije a mí misma, pero apenas me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintando.
-¡El olor de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaría! "¡Por favor detente!" le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno ¡No era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente!
-¡Ahora sí estaba segura que me sofocaría! ¡Le rogué y le imploré que me sacara! ¡Grité, lloré!... Pero mi creador sólo me miraba diciendo "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
-¡En ese momento me di cuenta que no había esperanza! ¡Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justo cuando estaba a punto de darme por vencida, se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún mas alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
-Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: "Mírate! Ésta eres tú!" ¡Yo no podía creerlo!... Esa no podía ser yo.
-¡Lo que veía era hermoso! Mi creador, nuevamente, me dijo: "Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado.
-Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente hubieras estallado.
-También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado, tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras.
-¡Ahora tú eres un producto terminado! ¡Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar!
Igual pasa con nosotros. Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que vivamos algo que no podamos soportar. Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. El nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. "Me permite ver esa taza?", preguntó la señora... "¡Nunca he visto nada tan fino como eso!".
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar.
La tacita le comentó: "Usted no entiende! ¡Yo no siempre he sido esta taza que usted esta sosteniendo! Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente; llegó un momento en que me desesperé y le grité: "Por favor, ya déjame en Paz!" Pero sólo me sonrió y me dijo: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Después me puso en un horno. ¡Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté porqué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del horno.
-A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decían: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. "Así está mucho mejor!" me dije a mí misma, pero apenas me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintando.
-¡El olor de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaría! "¡Por favor detente!" le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
-Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno ¡No era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente!
-¡Ahora sí estaba segura que me sofocaría! ¡Le rogué y le imploré que me sacara! ¡Grité, lloré!... Pero mi creador sólo me miraba diciendo "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
-¡En ese momento me di cuenta que no había esperanza! ¡Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justo cuando estaba a punto de darme por vencida, se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún mas alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
-Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: "Mírate! Ésta eres tú!" ¡Yo no podía creerlo!... Esa no podía ser yo.
-¡Lo que veía era hermoso! Mi creador, nuevamente, me dijo: "Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado.
-Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente hubieras estallado.
-También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado, tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras.
-¡Ahora tú eres un producto terminado! ¡Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar!
Igual pasa con nosotros. Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que vivamos algo que no podamos soportar. Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. El nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.
ZANAHORIAS, HUEVO Y CAFÉ.
Había una vez una hija que a menudo se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó la zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón. Sacó el café y lo puso en un tercer tazón.
Mirando a su hija le dijo: "Querida ¿qué ves?”
"Zanahorias huevos y café"- fue su respuesta.
Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera... Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura... pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido...
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
¿Y CÓMO ERES TÚ?
¿ERES UNA ZANAHORIA, QUE PARECE FUERTE, PERO QUE CUANDO LA ADVERSIDAD Y EL DOLOR TE TOCAN, TE VUELVES DÉBIL Y PIERDES TU FORTALEZA?
¿ERES UN HUEVO, QUE COMIENZA CON UN CORAZÓN MALEABLE?
¿POSEÍAS UN ESPÍRITU FLUIDO, PERO DESPUÉS DE UNA MUERTE, UNA SEPARACIÓN, UN DIVORCIO O UN DESPIDO TE HAS VUELTO DURO Y RÍGIDO?
¿POR FUERA TE VES IGUAL, PERO ERES AMARGADO Y ÁSPERO, CON UN ESPÍRITU Y UN CORAZÓN ENDURECIDO?.....
¿O ERES COMO UN GRANO DE CAFÉ?
EL CAFÉ CAMBIA AL AGUA HIRVIENTE, EL ELEMENTO QUE LE CAUSA DOLOR. CUANDO EL AGUA LLEGA AL PUNTO DE EBULLICIÓN EL CAFÉ ALCANZA SU MEJOR SABOR.
¡SI ERES COMO EL GRANO DE CAFÉ, CUANDO LAS COSAS SE PONEN PEOR TÚ REACCIONAS MEJOR Y HACES QUE LAS COSAS A TU ALREDEDOR MEJOREN!
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó la zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón. Sacó el café y lo puso en un tercer tazón.
Mirando a su hija le dijo: "Querida ¿qué ves?”
"Zanahorias huevos y café"- fue su respuesta.
Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera... Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura... pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido...
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
¿Y CÓMO ERES TÚ?
¿ERES UNA ZANAHORIA, QUE PARECE FUERTE, PERO QUE CUANDO LA ADVERSIDAD Y EL DOLOR TE TOCAN, TE VUELVES DÉBIL Y PIERDES TU FORTALEZA?
¿ERES UN HUEVO, QUE COMIENZA CON UN CORAZÓN MALEABLE?
¿POSEÍAS UN ESPÍRITU FLUIDO, PERO DESPUÉS DE UNA MUERTE, UNA SEPARACIÓN, UN DIVORCIO O UN DESPIDO TE HAS VUELTO DURO Y RÍGIDO?
¿POR FUERA TE VES IGUAL, PERO ERES AMARGADO Y ÁSPERO, CON UN ESPÍRITU Y UN CORAZÓN ENDURECIDO?.....
¿O ERES COMO UN GRANO DE CAFÉ?
EL CAFÉ CAMBIA AL AGUA HIRVIENTE, EL ELEMENTO QUE LE CAUSA DOLOR. CUANDO EL AGUA LLEGA AL PUNTO DE EBULLICIÓN EL CAFÉ ALCANZA SU MEJOR SABOR.
¡SI ERES COMO EL GRANO DE CAFÉ, CUANDO LAS COSAS SE PONEN PEOR TÚ REACCIONAS MEJOR Y HACES QUE LAS COSAS A TU ALREDEDOR MEJOREN!
¿QUÉ HACER CON LO QUE TENEMOS?
El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al escenario para dar un concierto en el Avery Fisher Hall del Centro Lincoln en la ciudad de Nueva York.
Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman sabrán que para él, llegar al escenario no es un pequeño logro. Tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas.
Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente, es una visión asombrosa. Camina penosa, pero majestuosamente, hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, coloca un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, luego se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar.
Hasta ahora, la audiencia estaba acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos mientras afloja los sujetadores de sus piernas, y esperan hasta que esté
listo para tocar.
Pero esta vez algo anduvo mal... Justo cuando él terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Se pudo escuchar el ruido, sonó como un tiro atravesando el salón.
No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer. Los que estaban allí esa noche, pensaron para sí mismos -"tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar
las muletas y arrastrarse fuera del escenario, ya sea para encontrar otro violín o para encontrar otra cuerda para el suyo".
Pero no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente.
La orquesta comenzó, y el tocó desde el punto en el que se había detenido. ¡Y tocó con tanta pasión y tanto poder y tanta pureza, como ellos nunca lo habían escuchado antes!
Por supuesto, todo el mundo sabia que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con solo tres cuerdas. Yo sé eso y ustedes también lo saben, pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo. Se lo podía ver modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto eso sonó como si estuviera sacando el tono de las cuerdas que se habían roto y extrayendo nuevos sonidos de ellas que nunca habían dado antes.
Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en el salón... y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuanto apreciábamos lo que acababa de hacer.
El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presuntuosidad sino en un tono reverente, pensativo, calmo: -"Ustedes saben, algunas veces la tarea del artista es descubrir cuanta música puede
uno hacer con lo que aún le queda"...
¡Qué maravillosa reflexión ésta! Ha permanecido en mi mente siempre desde que la escuché. Y... ¿Quién sabe?... Tal vez es la definición de la vida, no solo para los artistas sino para todos nosotros. Aquí hubo un hombre que se ha preparado toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con solo tres, así que él hace música con tres cuerdas y la música que hizo esa noche solo con tres fue más hermosa, más sagrada, más memorable que ninguna que él haya hecho jamás en un violín con sus cuatro cuerdas.
Así que, tal vez, nuestra tarea en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente, sea hacer música; al principio con todo lo que tenemos y luego, cuando eso ya no es más posible, ...hacer música con todo lo que nos quede!
Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman sabrán que para él, llegar al escenario no es un pequeño logro. Tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas.
Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente, es una visión asombrosa. Camina penosa, pero majestuosamente, hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, coloca un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, luego se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar.
Hasta ahora, la audiencia estaba acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos mientras afloja los sujetadores de sus piernas, y esperan hasta que esté
listo para tocar.
Pero esta vez algo anduvo mal... Justo cuando él terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Se pudo escuchar el ruido, sonó como un tiro atravesando el salón.
No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer. Los que estaban allí esa noche, pensaron para sí mismos -"tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar
las muletas y arrastrarse fuera del escenario, ya sea para encontrar otro violín o para encontrar otra cuerda para el suyo".
Pero no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente.
La orquesta comenzó, y el tocó desde el punto en el que se había detenido. ¡Y tocó con tanta pasión y tanto poder y tanta pureza, como ellos nunca lo habían escuchado antes!
Por supuesto, todo el mundo sabia que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con solo tres cuerdas. Yo sé eso y ustedes también lo saben, pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo. Se lo podía ver modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto eso sonó como si estuviera sacando el tono de las cuerdas que se habían roto y extrayendo nuevos sonidos de ellas que nunca habían dado antes.
Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en el salón... y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuanto apreciábamos lo que acababa de hacer.
El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presuntuosidad sino en un tono reverente, pensativo, calmo: -"Ustedes saben, algunas veces la tarea del artista es descubrir cuanta música puede
uno hacer con lo que aún le queda"...
¡Qué maravillosa reflexión ésta! Ha permanecido en mi mente siempre desde que la escuché. Y... ¿Quién sabe?... Tal vez es la definición de la vida, no solo para los artistas sino para todos nosotros. Aquí hubo un hombre que se ha preparado toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con solo tres, así que él hace música con tres cuerdas y la música que hizo esa noche solo con tres fue más hermosa, más sagrada, más memorable que ninguna que él haya hecho jamás en un violín con sus cuatro cuerdas.
Así que, tal vez, nuestra tarea en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente, sea hacer música; al principio con todo lo que tenemos y luego, cuando eso ya no es más posible, ...hacer música con todo lo que nos quede!
EL ERROR.
"El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te
equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino,
retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.
No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se
equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.
Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente. Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente."
equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.
No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino,
retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.
No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se
equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.
Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente. Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente."
¿CUÁL ES TU CUERDA?
Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inicio su travesía, después de años de preparación. Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde... Pero, obsesionado, no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima.
Oscureció, la noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que se deslizaban por la misma oscuridad y sentir la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo... Y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida; pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos... ¡Sí!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:
-¡Ayúdame Dios Mío... !-
De repente una voz grave y profunda le contestó desde los cielos:
-¿Que quieres que haga, Hijo Mío?-
-¡Sálvame, Dios Mío!-
-¿Realmente crees que te pueda salvar?-
-¡Por supuesto, Señor...!-
-Entonces corta la cuerda que te sostiene...-
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda... ¡A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO...!
¿Y tú? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Porqué no la sueltas?
Oscureció, la noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que se deslizaban por la misma oscuridad y sentir la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo... Y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida; pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos... ¡Sí!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:
-¡Ayúdame Dios Mío... !-
De repente una voz grave y profunda le contestó desde los cielos:
-¿Que quieres que haga, Hijo Mío?-
-¡Sálvame, Dios Mío!-
-¿Realmente crees que te pueda salvar?-
-¡Por supuesto, Señor...!-
-Entonces corta la cuerda que te sostiene...-
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda... ¡A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO...!
¿Y tú? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Porqué no la sueltas?
¿QUÉ HAS APRENDIDO EN LA VIDA?
¿Qué has aprendido en la vida?
He aprendido...
Que no tenemos que cambiar a los amigos, si entendemos que los amigos cambian.
He aprendido...
Que no importa qué tan bueno es un amigo, te van a lastimar en algún momento y los debes perdonar por eso.
He aprendido...
Que la amistad verdadera continua creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor.
He aprendido...
Que puedes hacer algo en un instante que te causará dolor de por vida.
He aprendido...
Que me está tomando mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser.
He aprendido...
Que siempre debes dejar con palabras de amor a las personas que quieres. Puede ser la última vez que las veas.
He aprendido...
Que puedes seguir adelante mucho después de que no puedas.
He aprendido...
Que somos responsables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos.
He aprendido...
Que si no controlas tu actitud, ella te controlará a ti.
He aprendido...
Que sin importar que tan excitante es una relación al principio, la pasión desvanece y más vale que haya otra cosa que tome su lugar.
He aprendido...
Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer, cuando se necesita hacerlo y sin importar las consecuencias.
He aprendido...
Que el dinero es una pésima forma de mantener el marcador.
He aprendido...
Que mi mejor amigo y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar el mejor tiempo.
He aprendido...
Que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás derrotado, son las que te ayudarán a levantarte.
He aprendido...
Que a veces, cuando estoy enojado, y aunque tenga derecho para estarlo, eso no me da el derecho de ser cruel.
He aprendido...
Que por el hecho de que una persona no te quiera como tú quisieras que lo hiciera, no significa que no te quiera con todo lo que tiene.
He aprendido...
Que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas, que con el número de cumpleaños que has celebrado.
He aprendido...
Que no siempre es suficiente ser perdonado por los demás. A veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido...
Que no importa qué tanto está roto tu corazón, el mundo no se detiene por tu pena.
He aprendido...
Que nuestro pasado y nuestras circunstancias pueden haber influenciado en quiénes somos, pero somos responsables por quién llegamos a ser.
He aprendido...
Que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se quieran el uno al otro. Y el hecho de que no discutan, no significa que sí se quieran.
He aprendido...
Que no debes insistir tanto en encontrar un secreto. Podría cambiar tu vida para siempre.
He aprendido...
Que dos personas pueden ver exactamente la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
He aprendido...
Que tu vida puede ser cambiada en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen.
He aprendido...
Que aún cuando piensas que no tienes más que dar, cuando un amigo te llora, encontrarás la fuerza para ayudarlo.
He aprendido...
Que las credenciales en la pared no te hacen una persona decente.
He aprendido...
Que las personas por las que más te preocupas en la vida se van demasiado pronto.
He aprendido...
Que no tenemos que cambiar a los amigos, si entendemos que los amigos cambian.
He aprendido...
Que no importa qué tan bueno es un amigo, te van a lastimar en algún momento y los debes perdonar por eso.
He aprendido...
Que la amistad verdadera continua creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor.
He aprendido...
Que puedes hacer algo en un instante que te causará dolor de por vida.
He aprendido...
Que me está tomando mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser.
He aprendido...
Que siempre debes dejar con palabras de amor a las personas que quieres. Puede ser la última vez que las veas.
He aprendido...
Que puedes seguir adelante mucho después de que no puedas.
He aprendido...
Que somos responsables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos.
He aprendido...
Que si no controlas tu actitud, ella te controlará a ti.
He aprendido...
Que sin importar que tan excitante es una relación al principio, la pasión desvanece y más vale que haya otra cosa que tome su lugar.
He aprendido...
Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer, cuando se necesita hacerlo y sin importar las consecuencias.
He aprendido...
Que el dinero es una pésima forma de mantener el marcador.
He aprendido...
Que mi mejor amigo y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar el mejor tiempo.
He aprendido...
Que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás derrotado, son las que te ayudarán a levantarte.
He aprendido...
Que a veces, cuando estoy enojado, y aunque tenga derecho para estarlo, eso no me da el derecho de ser cruel.
He aprendido...
Que por el hecho de que una persona no te quiera como tú quisieras que lo hiciera, no significa que no te quiera con todo lo que tiene.
He aprendido...
Que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas, que con el número de cumpleaños que has celebrado.
He aprendido...
Que no siempre es suficiente ser perdonado por los demás. A veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido...
Que no importa qué tanto está roto tu corazón, el mundo no se detiene por tu pena.
He aprendido...
Que nuestro pasado y nuestras circunstancias pueden haber influenciado en quiénes somos, pero somos responsables por quién llegamos a ser.
He aprendido...
Que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se quieran el uno al otro. Y el hecho de que no discutan, no significa que sí se quieran.
He aprendido...
Que no debes insistir tanto en encontrar un secreto. Podría cambiar tu vida para siempre.
He aprendido...
Que dos personas pueden ver exactamente la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
He aprendido...
Que tu vida puede ser cambiada en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen.
He aprendido...
Que aún cuando piensas que no tienes más que dar, cuando un amigo te llora, encontrarás la fuerza para ayudarlo.
He aprendido...
Que las credenciales en la pared no te hacen una persona decente.
He aprendido...
Que las personas por las que más te preocupas en la vida se van demasiado pronto.
MARK TWAIN
Debemos tener cuidado de extraer de una experiencia
solamente la sabiduría que contiene, y detenernos;
no seamos como el gato que se sienta sobre la
estufa caliente.
Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente
(y eso está bien);
pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría.
Mark Twain
Toda la naturaleza no es más que arte que desconoces,
Toda casualidad, dirección que no puedes ver;
Toda discordia, armonía incomprendida;
Todo mal parcial, bien universal;
Y, a pesar del orgullo,
Y a pesar del despecho de la mente errada,
Una verdad es clara,
Lo que es, es como debe ser.
solamente la sabiduría que contiene, y detenernos;
no seamos como el gato que se sienta sobre la
estufa caliente.
Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente
(y eso está bien);
pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría.
Mark Twain
Toda la naturaleza no es más que arte que desconoces,
Toda casualidad, dirección que no puedes ver;
Toda discordia, armonía incomprendida;
Todo mal parcial, bien universal;
Y, a pesar del orgullo,
Y a pesar del despecho de la mente errada,
Una verdad es clara,
Lo que es, es como debe ser.
viernes, 18 de febrero de 2011
UN PEQUEÑO CAMBIO.
“Miradnos, corriendo de un lado a otro. Siempre con prisas, siempre llegando tarde. Somos la raza humana, siempre compitiendo, aunque lo que más ansiamos en este mundo es conectar con otros. Para algunos eso ocurre a primera vista, es cuando sabes que lo sabes, es el destino destilando su magia. Y es genial para esas personas, viven como en un cuento de hadas, van directos, como cuando viajas en un tren expreso. Sin embargo, eso sólo les ocurre a unos pocos, para el resto de la humanidad vivir es menos romántico, suele ser complicado y liado, se rige por meteduras de pata y oportunidades desaprovechadas y sobretodo por no ser capaz de decir lo que necesitas decir cuando debes decirlo.”
CARTAS A JULIETA.
“Y y Sí, son tres letras que en sí mismas no suponen ninguna amenaza, pero si las colocamos juntas una al lado de la otra podrían atormentarnos el resto de nuestra vida, y sí… y sí… y sí…”
El Retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde
“El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.”
A tres metros sobre el cielo – Federico Moccia
“Hay dos días en los que nunca pienso: ayer y mañana.”
Canción: Rantaro [Op] (Catalán
"Persigue eso que tanto has deseado hasta que se haga realidad. Saca tu valor al cien por cien y sabrás como superar tus malos momentos. No te olvides nunca de eso por lo que tienes que luchar y recuerda que el futuro será brillante."
Canción: Send it on. (Friends for change)
[Una palabra es sólo una palabras hasta que entiendes lo que dices...
Y el amor no es amor hasta que lo compartes."]
Y el amor no es amor hasta que lo compartes."]
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Canción: Send it on. (Friends for change)
jueves, 27 de enero de 2011
Anatole France
"Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia."
Edmond de Goncourt
"No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja."
Rabindranath Tagore
"Dormía. , dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir. y el servir era alegría."
Johann Wolfgang von Goethe
"El vino alegra el corazón del hombre y la alegría es la madre de todas las virtudes."
Alessandro Manzoni
Haced el bien a cuantos podáis, y a menudo hallaréis rostros que os infundirán alegría."
Pearl S. Buck
"Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías de la vida mientras esperan la gran felicidad."
Arthur Schopenhauer
"Nada contribuye menos a la alegría que la riqueza, nada contribuye más que la salud."
CONCEPCIÓN ARENAL.
"Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la alegría."
Henry de Montherlant
"Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias."
RAMÓN PÉREZ DE ÁYALA.
"Gran ciencia es ser feliz, engendrar la alegría, porque sin ella, toda existencia es baldía."
Azorín, José Augusto Trinidad Martínez Ruiz
"Entre todas las alegrías, la absurda es la más alegre; es la alegría de los niños, de los labriegos y de los salvajes; es decir, de todos aquellos seres que están más cerca de la Naturaleza que nosotros."
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Azorín,
José Augusto Trinidad Martínez Ruiz
Ernest Thomas Sinton Walton
"Disfruto de aquella alegría que no hace avergonzarse a los amigos uno del otro al día siguiente."
HORACIO.
"Carpe Diem! Goza mientras vivas; disfruta tu día; vive la vida al máximo; sácale el mejor provecho a lo que posees. ¡Es más tarde de lo que crees! "
domingo, 16 de enero de 2011
MAENA GARCÍA ESTRADA.
La risa es la llave del corazón.
Si el corazón está abierto, es capaz de entender a los demás.
Si el corazón está abierto, es capaz de entender a los demás.
ANÓNIMO.
Si la vida te da 1000 razones para llorar, demuestra que tú tienes 1001 razones para sonreír.
ANÓNIMO.
La esperanza tiene dos preciosos hijos:
Sus nombres son Enfado y Valor.
Enfado al ver como son las cosas y
Valor para no dejar que continúen así.
Sus nombres son Enfado y Valor.
Enfado al ver como son las cosas y
Valor para no dejar que continúen así.
ANÓNIMO.
A veces basta un instante para olvidar una vida; pero a veces no basta una vida para olvidar un instante.
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