Cuando llegaba un nuevo discípulo, este era el "catecismo" a que solía someterle el Maestro.
¿Sabes quién es la única persona que no habrá de abandonarte jamás en tu vida? ¿Quién? Tú.
¿Y sabes quién tiene la respuesta a cualquier pregunta que puedas hacerte?. ¿Quién? Tú.
¿Y puedes adivinar quién tiene la solución a todos y cada uno de tus problemas? Me rindo... Tú.
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